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sábado, 27 de septiembre de 2008

Jugadores Legendarios. Michael Jordan.




Wilmington, North Carolina, 1973. Dos hermanos juegan al baloncesto en la canasta que James, padre de ambos, ha colocado en el patio trasero de la casa familiar. El hermano mayor, Larry, saca provecho de su mayor fortaleza y envergadura y no tiene piedad en machacar un partido tras otro al pequeño Michael. Aún así, el pequeño Michael se muestra confiado y no duda en decirle a su hermano que algún día será capaz de derrotarle, le dice que confía en sus posibilidades y que entrenando duro día a día, siente que será capaz de volar.Larry sonríe y le dice que así será, pero en ese momento ni siquiera él es capaz de imaginar que en la cancha de ese patio trasero, se está forjando la mayor bestia deportiva que la mente humana es capaz de imaginar.........

Michael Jeffrey Jordan nació en Brooklyn, Nueva York, el 17 de Febrero de 1963, pero enseguida se trasladó con su familia a Wilmington, en el tranquilo estado de Norht Carolina. Allí Michael comenzó a interesarse por el beisbol, que era el deporte predilecto de su padre, pero el baloncesto también llamó su atención. Comenzó a jugar partidillos con su hermano Larry, del que el propio Michael ha dicho que era un gran jugador al que admiraba profundamente, bajo la atenta mirada de su padre, James, y su madre, Delores. Aquellos partidos despertaron en el pequeño Michael el deseo de superación y una mentalidad ganadora que le acompañará durante toda su carrera, aunque el camino no iba a ser fácil, aún había algún obstáculo que sortear.
En su segundo año en el instituto Laney, el entrenador Clifton Herring, decidió que Michael no tenía la calidad suficiente para jugar en su equipo y le dejó fuera del mismo, dando entrada a otro joven llamado Leroy Smith. Este hecho es el detonante para que Jordan comience a entrenar como nunca antes, con más pasión , con más intensidad. Con la ayuda de Larry, mejora en todos los fundamentos básicos del juego y por si fuera poco, ese año crece más de diez centímetros hasta alcanzar el metro noventa de estatura en su año Junior, en el que por fin consigue volver al equipo de Laney High School. Una vez allí, muestra sus credenciales y deslumbra a todos con su juego, obteniendo el reconocimiento de AllAmerican. Una vez acabado su ciclo en el instituto, Michael decide asistir a la Universidad de Norht Carolina, desoyendo todas las demás ofertas. Allí será entrenado por el prestigioso Dean Smith y compartirá equipo con otros grandes jugadores como James Worthy y Sam Perkins, además de graduarse en geografía. Durante su primer año, Jordan se convierte en pieza clave para los tar heels, pero el lider sigue siendo James Worthy. Eso sí, cuando llegó el momento de la verdad, es decir en la final contra Georgetown, Jordan asume la responsabilidad y con 16 puntos y 9 rebotes es el hombre decisivo, anotando la canasta de la victoria con una elegante suspensión.
Los dos siguientes años North Carolina no repite título, pero Jordan es ya toda una estrella y en su año sophomore recibe el premio al mejor jugador del año, concedido por la revista Sporting News. En su tercer y último año repite galardón y añade a su palmares los premios Naismith y Wooden. En ese momento estaba claro que Jordan debía dar el siguiente paso, la NBA llamaba a su puerta y él estaba dispuesto a aceptar el desafío.
En la noche del draft de 1984, Houston Rockets que elegía con el número 1, seleccionó a Akeem Olajuwon, mientras que Portland Trail Blazers, que tenía la elección número 2, hizo lo propio con Sam Bowie, pivot de la Universidad de Kentucky. En ese momento los dirigentes de Chicago Bulls no daban crédito a lo que les estaba pasando, Portland les estaba sirviendo en bandeja una oportunidad que no iban a dejar escapar, elegir a Michael Jordan, el hombre que podía llevar a la franquicia a otro nivel.
Una vez elegido por Chicago, Michael aún tenía una misión que cumplir antes de comenzar su carrera NBA, había sido seleccionado para disputar los JJOO de Los Angeles 84, una oportunidad fantástica para darse a conocer ante el público internacional.
En el torneo olímpico, el equipo USA se muestra superior a todos sus rivales y vence en la gran final a la España de Romay, Epi etc. Michael acompañado por jugadores como Wayman Tisdale o Chris Mullin, gana la medalla de oro.

Tras los juegos había llegado la hora de ver como se desenvolvía Jordan entre los profesionales, y los resultados fueron espectaculares, con unos promedios de 28 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias por partido gana el premio al novato del año, es elegido en el segundo mejor quinteto de la liga, seleccionado para el allstar y sobre todo, sorprende a todos con unos movimientos espectaculares, nunca antes vistos. Además los Bulls mejoran sustancialmente su record de la temporada anterior y se clasifican para los playoffs, donde son eliminados a manos de los Milwaukee Bucks.
Su segunda temporada comienza con la peor de las noticias, en uno de los primeros partidos se fractura un hueso de su pie izquierdo y se pierde la mayor parte de la temporada. Aún así regresa poco antes de los playoffs, y una vez allí, en una eliminatoria en la que los Chicago Bulls pierden a manos de Boston Celtics, Jordan demuestra que se trata de un jugador como nunca antes se ha visto. En uno de los primeros partidos de la serie anota 63 puntos en el Garden, con un arsenal de movimientos espectaculares a la par que imparables, la gente allí presente no da crédito a lo que ven sus ojos y Larry Bird declara al final del encuentro que "Dios se ha disfrazado de jugador de baloncesto", en referencia a Jordan, que promedia 43,7 puntos por partido en esa serie.
Los siguientes años siguen una línea similar en la carrera de Michael, bate récords de anotación, gana todo tipo de galardones individuales como el MVP de 1988, el premio al mejor defensor de ese mismo año, elecciones en los mejores quintetos, presencias en el allstar, etc, pero el equipo sigue cayendo en los playoffs, primero a manos de los Celtics y luego a manos de los Detroit Pistons, tres veces consecutivas.
Todo cambia la temporada 90/91, Phil Jackson, que había llegado a Chicago la temporada anterior, consigue desarrollar su sistema del triángulo ofensivo en todo su esplendor y así sacar el máximo partido posible a los jóvenes Bulls, que ya contaban con Scottie Pippen y Horace grant, llegados al equipo en el verano del 87.
La temporada va sobre ruedas y los Bulls consiguen un balance de 61 victorias y 21 derrotas, pero no se conforman con eso. En los playoffs derrotan a Knicks, Sixers y Pistons (por fin), para meterse en la gran final donde esperan los Lakers.
Todo el mundo espera un Jordan frente a Magic, el rey de los 80 contra la nueva estrella de la liga y el duelo no iba a defraudar a nadie. Los Lakers dan la sorpresa en el primer partido, pero los Bulls, con un genial Jordan, vencen en los cuatro siguientes encuentros adjudicándose el título. Jordan era ya el rey del mundo, había demostrado que no sólo era el más espectacular, era el mejor y había hecho de los Bulls un equipo campeón. El propio Magic comentó despues que estaba claro que Jordan recogería el testigo de mejor jugador del mundo tarde o temprano, pero que en esas finales se lo arrebató de las manos sin piedad.
La siguiente temporada los Bulls se muestran aún más dominantes y consiguen un record de 67 victorias y 15 derrotas, además como no podía ser de otra forma arrasan en playoffs y se coronan de nuevo campeones de la NBA al derrotar a Portland por 4 a 2. Todo el mundo presentaba esas finales como el duelo entre los dos mejores escoltas de la liga, Jordan y Drexler, pero a tenor del resultado Michael no estaba dispuesto a que se cuestionara su superioridad. Ese verano Jordan participa con el Dream Team en Barcelona 92 formando parte del mejor equipo de baloncesto de la historia y gana su segundo oro olímpico, pero la historia de ese equipo merece ser contada otro día con más detenimiento.
En la temporada 92/93 los Bulls se muestran un poco menos contundentes y obtienen un record de 57-25 en liga regular, pero en los playoffs no dan opción a sus rivales y se meten en la final de nuevo. Allí esperan los Phoenix Suns, liderados por uno de los grande amigos de Jordan, Charles Barkley, pero poco pueden hacer ante unos Bulls superiores y un Jordan sublime. Resultado 4 a 2 y los Bulls ganando su tercer anillo consecutivo. Jordan ya tenia tres anillos y tres MVPs de la finales, además de los MVPs de la temporada regular de 1988, 1991 y 1992.
Todo era maravilloso para Michael, pero ese verano su vida cambia, su padre James es asesinado a manos de dos jóvenes que pretendian robarle, curiosamente uno de los asesinos lleva puesta la camiseta número 23 de los Bulls en el momento del crimen. Jordan sufre un shock y dice que ya no tiene motivación para jugar al baloncesto, lo ha ganado todo y la muerte de su padre le hace cambiar la perspectiva que tiene de la vida. El 6 de octubre del 93 anuncia su retirada de las canchas. El mundo se conmociona, los que lo vivimos en aquel momento nunca olvidaremos donde estábamos ese día, nadie se lo podía creer. Durante los meses posteriores se especula con los motivos de la retirada de Jordan, hay quien sostiene teorías surrealistas como que se produjo un corte en un dedo con un cortapuros estando de vacaciones en las Bahamas que le hizo perder la sensibilidad en el susodicho dedo. Obviamente no había que buscar más alla de las motivaciones dadas por Jordan para saber porqué se retiró. Durante su retiro se dedica a jugar al beisbol, porque según dijo el propio Michael, se lo había prometido a su padre, pero los resultados no son los habituales en él y el amor por el baloncesto que lleva dentro no tardará en volver a aflorar. En 1995 comienza a entrenarse ccon los Bulls para matar el gusanillo y las especulaciones comienzan a fluir, todo el mundo sueña con un regreso. De está manera, el 18 de marzo de 1995 vuelve a las canchas en un partido frente a Indiana Pacers, ahora con el número 45 a la espalda, ya que el 23 estaba retirado en su honor en Chicago.
Tras unos partidos Jordan estaba en forma, e incluso tuvo actuaciones memorables en ese final de campaña, pero la inactividad durante 18 meses pesa y en playoffs Chicago cae a manos de Orlando. Ese verano Jordan promete volver a ser el de siempre y se somete a inhumanas sesiones de entrenamiento, además los Bulls adquieren a un jugador como Dennis Rodman por lo que el futuro comienza a verse con otros ojos en Chicago.
La temporada 95/96 será recordada como la de las 72 victorias en temporada regular, Chicago bate todos los records y Jordan (ya con el 23) consigue su cuarto MVP. En los playoffs destrozan a todos los rivales, incluidos los Seattle Supersonics en la final. Estaba claro que el auténtico Jordan había regresado.
Las dos siguientes temporadas los Bulls siguen siendo un rodillo para todos los rivales y se coronan campeones de la NBA derrotando en ambas finales a Utah Jazz. Imagenes como la de Jordan saliendo de la cancha agarrado por Pippen despues de destrozar a los Jazz con 40 de fiebre en las finales del 97, o los últimos 40 segundos de las finales del 98 en los que como dijo Daimiel "Dios volvió a disfrazarse de jugador de baloncesto" quedarán para siempre en la memoria de los aficionados que tuvimos la suerte de vivir esos momentos.
Ese verano, las tensiones de los miembros clave del equipo con el general manager Jerry Krause y el lock-out programado para la siguiente temporada hacen que Jordan decida retirarse. El número 23 de los Bulls nunca volvería a utilizarse.
Despues de eso se enroló en la directiva de Washington Wizards y tras ver como el equipo no acababa de funcionar, su espíritu competitivo le hizo volver a las canchas. Las temporadas 2001/2002 y 2002/2003 jugó con el equipo de la capital, y un Jordan con 39 y 40 años respectivamente fue capaz de demostrar que seguía siedo el mejor, promedios de más de 20 puntos y partidos de más de 40 y 50 puntos le dan la razón. Como dijo Allen Iverson, si volviese con 50 años seguiría siendo el mejor.
En total 15 temporadas y más de 32000 puntos, 6 campeonatos de la NBA, 6 MVP de las finales, 5 MVP de la temporada regular, 10 veces seleccionado en el mejor quinteto de la liga, 9 veces seleccionado en el mejor quinteto defensivo, 14 veces allstar, 3 veces MVP del allstar, 2 oros olímpicos, seleccionado entre los 50 mejores jugadores de todos los tiempos e infinidad de récords y distinciones más. Pero más alla de números, Jordan ha sido con diferencia el mejor jugador de la historia y el mejor deportista de todos los tiempos, el hombre que revolucionó el juego con sus movimientos espectaculares, que nos enseñó que el hombre era capaz de volar, que generó toda una industria sobre su persona haciendo que miles de coleccionistas en todo el mundo hagamos lo que sea por conseguir sus famosas zapatillas air jordan, el hombre que hizo que todos quisiéramos ser como él en una cancha de baloncesto. Porque Jordan era mucho más que un simple jugador, era especial hasta tal tal punto, que no ha habido , hay, ni nunca habrá nadie capaz de acercarse a su grandeza, porque Michael Jordan era mucho más que......un jugador legendario.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Jugadores Legendarios. Kevin McHale.


Si eres de una pequeña localidad de Minnesota y tu pasión es el hockey sobre hielo, nada puede hacerte pensar a priori que algún dia serás una leyenda del baloncesto. Pero si además sufres poliomielitis en tu infancia, ser deportista profesional parece ser ya una utopía. Afortunadamente para Kevin McHale nunca ha habido obstaculos insuperables.....
Kevin Edward McHale nació en Hibbing, Minnesota, el 19 de Diciembre de 1957. Hijo de padre irlandés y madre croata, en cuanto se decidió a dejar de lado el hockey y se dedicó al baloncesto comenzó a desarrollar unos movimientos nunca antes vistos en el poste bajo y que años despues no tendrían rival en la NBA. En su adolescencia acudió al Hibbing High school donde el entrenador Gary Addington, sabedor del enorme talento que tenía el jóven McHale, trabajo específicamente con Kevin para desarrollar su juego de pies y formarle como un jugador integral. Tras el periplo en el instituto, Kevin recibió varias ofertas de universidades con cierto prestigio como la Universidad de Minnesota y la Universidad de Utah. Se decidió por acudir a Minnesota y así estar cerca de casa, y allí se convirtió en el mejor jugador de la historia del college, distinción que se le otorgó en 1995 coincidiendo con el centenario del centro. Durante sus cuatro años de Universidad sus 15 puntos y 9 rebotes por partido le habían servido para convertirse en uno de los jugadores más deseados entre los elegibles al draft de 1980, en el que Boston Celtics elegía en primera posición. Durante los dias previos al draft Red Auerbach realizó una operación magistral que en su dia fue considerada una locura, pero que sería determinante para el devenir de la NBA durante la década de los 80, traspasó su elección número uno a Golden State a cambio de Robert Parish y la tercera elección del draft, con la que eligió a Kevin McHale. De repente el maestro Auerbach había reunido en su equipo al que sería unanimemente considerado el mejor frontcourt de la historia de la liga, Larry Bird-Kevin McHale-Robert Parish...........
Durante sus primeros años de carrera McHale y los Celtics reinventaron la figura del sexto hombre (que los propios Celtics habían inventado hacía decadas), dejando a Kevin en el banquillo de inicio para liderar a la segunda unidad. Los resultados no tardaron en llegar y en su temporada rookie con unos promedios de 10 puntos y 5 rebotes por partido se convirtió en pieza clave para que los Celtics consiguieran su campeonato número 14. Durante las dos siguientes campañas McHale mejora todos sus promedios estadísticos pero los Celtics no consiguen volver a las finales, así que tras unos retoques en el equipo (llega el entrenador K.C.Jones y un jugador decisivo como Dennis Johnson) todo el mundo espera ansioso la temporada 83/84. Llegados a este punto hay que hacer una mención especial a los hechos ocurridos tras finalizar la temporada 82/83 y que poca gente conoce. El contrato de McHale expiró ese verano y los Knicks le ofrecieron un contrato que McHale estaba dispuesto a firmar, pero Red Auerbach no pensaba permitir que otro equipo le robara a uno de sus jóvenes talentos y ofreció a los tres agentes libres más importantes de los Knicks suculentos contratos. De ese modo los Knicks se vieron obligados a renovar a los tres jugadores para no deshacer por completo su equipo y tuvieron que olvidarse de fichar a Kevin McHale, que renovó con los Celtics a razón de un millón de dolares por temporada, convirtiendose en uno de los jugadores mejor pagados de la liga en aquel momento. Los resultados en la nueva temporada no defraudan a nadie, Boston consigue 62 victorias en temporada regular, McHale con unos promedios de 18 puntos y 7 rebotes en 31 minutos de juego saliendo del banquillo consigue el premio al mejor sexto hombre de la liga y juega el primero de sus siete allstars, y finalmente en los playoffs no tienen rival hasta coronarse campeones de la NBA derrotando en la final a su eterno rival Los Angeles Lakers. Los orgullosos verdes lo habían vuelto a conseguir, de nuevo estaban en la cima del mundo y el futuro parecía reservar algún anillo más para los chicos de las zapatillas negras. En la siguiente temporada Boston continua su paseo triunfal por la liga consiguiendo 63 victorias en temporada regular, McHale gana su segundo trofeo al mejor sexto hombre por segunda temporada consecutiva, siendo la primera vez en la historia del galardon que eso ocurría, y consigue su record personal de anotación en un partido frente a Detroit Pistons con 56 puntos. Durante los Playoffs todo sigue su curso y amarillos y verdes se ven las caras de nuevo en la serie final, pero esta vez los Celtics caen ante los Lakers de Magic.
Antes del comienzo de la temporada 85/86 Boston traspasa a Cedric Maxwell a Los Angeles Clippers y McHale, dejando atrás el papel de sexto hombre, se convierte en titular, compartiendo un extraordinario quinteto con Dennis Johnson, Danny Ainge, Larry Bird y Robert Parish.
Esa temporada McHale promedia 21 puntos por partido en temporada regular y 24 en los playoffs, dando un paso al frente en las finales frente a Houston Rockets y superando junto a Robert Parish a las famosas torres gemelas. El título número 16 era ya una realidad, McHale conseguía su tercer anillo en seis años de carrera ( como jugador no consiguió más anillos, pero habría que preguntarse que porción de importancia hay que darle en el reciente anillo de este año 2008, ya que McHale, general manager de Minnesota a dia de hoy, traspasó a Garnett a Boston desechando ofertas mucho más generosas para los Timberwolves por parte de otros equipos......)
La siguiente temporada fue la mejor a nivel estadístico de McHale en toda su carrera, con 26 puntos y 10 rebotes por noche, además es elegido en el mejor quinteto de la liga, pero en las finales los Celtics caen en seis partidos frente a los Lakers, con un McHale muy lastrado por una factura en el pie.
A partir de esa temporada los Celtics ya no volverían a las finales y aunque McHale siguió rindiendo a muy buen nivel los siguientes años, siendo allstar hasta el año 91, el equipo ya no parecía tener capacidad de reacción, los años y las lesiones pesaban demasiado ante jóvenes equipos como los Detroit Pistons. Finalmente McHale se retira al término de la temporada 92/93 en la que jugó muy mermado por los problemas crónicos en el pie que tenía roto en las finales del 87. Su carrera había llegado al final tras 13 años de carrera inolvidables, en los que consiguió más de 17000 puntos y 7000 rebotes, tres anillos de campeón, siete presencias en el allstar, multitud de elecciones en los mejores quintetos defensivos de la liga, la elección como uno de los 50 mejores jugadores de la historia, y su elección para el hall of fame entre otras distinciones. Pero sin duda lo primero que se me viene a la cabeza al pensar en Kevin McHale es su maravilloso e inigualable juego de pies, para mi el mejor en la historia de la liga junto al de Hakeem Olajuwon, y con el que a día de hoy, con 51 años, sería capaz de dejar en evidencia a muchos jóvenes pivots de la liga, su manera de finalizar con ambas manos cerca de canasta, su inigualable defensa de poste bajo, su multitud de recursos para anotar desde la zona y tambien fuera de ella, su carácter, su pasión y su sublime conocimiento del juego al alcance de muy pocos jugadores.
Este era Kevin McHale, un jugador memorable, un jugador que cambió la manera de jugar al poste bajo, un jugador que nos marcó a todos los que tuvimos la suerte de verle jugar aunque fuera en sus últimos años de carrera, en definitiva.......un jugador legendario.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Jugadores Legendarios. James Worthy.


En nuestro país hay toda una generación de aficionados al baloncesto que se enamoraron de este maravilloso juego en los años 80. Pues bien, si a muchos de esos aficionados les preguntas que fué lo que les enganchó al basket, automáticamente recordaran una imagen característica:
Rebote de Jabbar, primer pase rápido a "Magic" que lleva el contraataque y realiza un pase de pura fantasía a un tipo de gafas que corre como una gacela para terminar la jugada con su caracteristico mate "Statue of Liberty". Pues bien, ese tipo era James Worthy.
James Ager Worthy nació el 27 de Febrero de 1961 en Gastonia, North Carolina, y desde pequeño se empapó de la gran cultura baloncestística que caracteriza a esa región de Estados Unidos. Cuando llegó a la adolescencia acudió al Ashbrook High School, ubicado en su localidad natal, lugar donde comenzó a demostrar toda la clase que atesoraba. En su año senior, Worthy promedió 21 puntos y casi 13 rebotes por partido llevando a su equipo a la final estatal en la que cayeron derrotados a pesar de la gran actuación de James. De todos modos, todo el país había visto a ese chaval elegante a la par que letal sobre la cancha y las más prestigiosas universidades deseaban reclutarle. James a pesar de las numerosas ofertas de los Colleges de todo USA decidió quedarse al lado de casa para formar uno de los mejores equipos universitarios que se recuerdan. Acudió a North Carolina, y en el campus de Chappel Hill coincidió con Sam Perkins y Michael Jordan. En 1982 Worthy lideró a los Tar Heels, a los que llevó la final de la NCAA siendo el máximo anotador del equipo, y una vez allí un jóven Michael Jordan remató la faena anotando la canasta ganadora frente a los Hoyas de Georgetown con Pat Ewing a la cabeza.
Despues de hacer historia en la NCAA había llegado el momento de lanzarse a la conquista de la NBA. Los Angeles Lakers acababan de ganar el anillo esa misma temporada, pero un magistral movimiento en los despachos ( Lakers envió en 1980 a Don Ford y una primera ronda del draft de ese año a Cleveland a cambio de Butch Lee y la elección de draft de los Cavs de 1982, que terminó siendo el número 1,) les permitió hacerse con James en el draft. A partir de ese año, la NBA cambió las reglas para que ningún equipo campeón pudiera elegir en el mismo año de la obtención del título en la primera posición del draft.Los Lakers contaban con uno de los mejores jugadores de la NBA en la posición de alero, Jamaal Wilkes, por lo que el joven Worthy estaba destinado a comenzar los partidos desde el banquillo en su año rookie. Como luego diría Magic Johnson, cualquier número 1 del draft hubiese montado un buen revuelo por no contar desde el primer dia con muchos minutos de juego e importancia en el equipo, pero James Worthy decidió aprender lo máximo posible de Wilkes para llevar su baloncesto a una nueva dimensión. En su primer año en la liga promedió unos más que interesantes 13 puntos y 5 rebotes por partido, pero al final de la temporada se fracturó la tibia y se perdió los playoffs. Allí los Lakers llegaron a la final y fueron barridos por los Sixers. En la siguiente temporada, ya con Byron Scott en el equipo, Worthy da un paso al frente y comienza a entrar a menudo en el quinteto inicial de los Lakers, que tras realizar una magnífica temorada alcanzan las finales de nuevo, pero Boston les arrebata el título en el séptimo partido. A pesar de la derrota, el jóven jugador de North Carolina aumenta sustancialmente sus promedios en playoffs, dejando clara su mentalidad ganadora.
En la temporada 84/85 los chicos de Pat Riley se muestran intratables, el "showtime" es motivo de admiración por parte de casi toda la liga y Worthy se convierte en el tercer anotador del equipo con 17 puntos por partido. Durante los playoffs se convierten en un equipo imposible de batir para todos sus rivales y ganan el anillo venciendo en las finales por 4-2 a Boston. El propio Worthy reconocio años más tarde que este sería el campeonato más especial de todos los que lograría.
La temporada siguiente Worthy alcanzó por primera vez los 20 puntos de promedio y jugó su primer allstar, pero los Lakers no consiguieron de nuevo el campeonato.
Las temporadas 86/87 y 87/88 fueron fantásticas para "Big Games James", como le apodó Chick Hearn, tanto a nivel individual (allstar indiscutible) como colectivo, ya que Los Angeles vencía en la final de 87 a Boston y en la del 88 a Detroit. En las finales del 88 Worthy fué nombrado MVP tras anotar 36 puntos, capturar 16 rebotes y repartir 10 asistencias en el séptimo y decisivo encuentro. Los Lakers eran el primer equipo en repetir título en más de dos decadas y Worthy se había consagrado como uno de los mejores jugadores de la historia.
En el 89 los Lakers fueron barridos por los Pistons en las finales y el siguiente año perderían ante Phoenix en playoffs. James aún tendría una oportunidad más de ganar un título en la temporada 90/91 pero los Bulls de Jordan fueron superiores. Worthy jugó tres años más en la NBA para retirarse antes del comienzo de la temporada 94/95. En el recuerdo quedan más de 16.000 puntos, tres títulos de campeón de la NBA, 1 MVP de las finales, 7 elecciones consecutivas para el allstar, 1 título de la NCAA, varias elecciones para los mejores quintetos de la liga, su elección como uno de los 50 mejores jugadores de la historia y su inclusión en el Hall Of Fame. Pero la gente no sólo lo recordará por todos esos galardones, sino por su infinita clase sobre la cancha, sus movimientos elegantes y coordinados, su manera de reinventar partido a partido la posición de alero, por sus características gafas protectoras y por su manera de culminar los contraataques de uno de los mejores equipos de la historia como eran los Lakers del showtime. Ese era en definitiva James Worthy, un jugador estelar , sublime, con tanta clase que a nadie le hubiese extrañado que jugara vestido de Smoking, un tipo que en cuanto se calzaba sus New Balance acudía puntual a su cita con la historia para, partido a partido, convertirse....en un jugador legendario.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Jugadores Legendarios. Reggie Miller.



La historia de Reggie Miller es la historia de un chico extremadamente delgaducho y endeble que teniendo una mecánica de tiro realmente extraña ha llegado a convertirse en uno de los mejores jugadores de la historia. Es tiempo de Miller, es tiempo de un Killer................
Reggie Miller nació el 24 de Agosto de 1965 en Riverside , California, donde desde muy joven comenzó a desarrollar ese instinto asesino que le caracterizaba. A medida que iba creciendo hasta alcanzar sus 201 cm (con sólo 88 kg de peso), sus cualidades para el baloncesto comenzaban a ser objeto de deseo de las más prestigiosas universidades del país, pero Reggie no se quería ir demasiado lejos de casa y decidió estudiar ( se graduó en historia) y jugar en la legendaria University of California Los Angeles, más conocida por su acrónimo UCLA. Allí Miller permaneció cuatro años y estableció varios records, pero sin duda su mayor logro es ser el segundo máximo anotador de la historia de esa Universidad sólo superado por Lew Alcindor, más conocido como Kareem Abdul-Jabbar.
Tras asombrar a todo el mundo en su año senior en el que promedió 25 puntos por partido, llegaba la hora de dar el salto a la NBA. No eran pocos los que dudaban sobre la capacidad física de Reggie, ya no para triunfar, sino para simplemente jugar entre los profesionales, incluso cuando Indiana Pacers le eligió en la posición número 11 en el Draft de 1987, los aficionados del equipo le criticaron duramente, dejando claro que hubiesen preferido seleccionar a Steve Alford la estrella local que había asistido a la Universidad de Indiana. Pero los abucheos y críticas a Miller duraron poco, ya que en su primer año dejo constancia de su calidad arrebatandole el record a Larry Bird de más triples anotados por un rookie en temporada regular.
Ya en su tercera temporada en la liga, Reggie deja claro que es una superestrella y promedia 24 puntos por partido, los que antes tenían dudas sobre sus posibilidades y le criticaban, ahora se asombran viendo a aquel delgaducho moverse sin balón, salir de los bloqueos y ganar partidos sobre la bocina con su tiro letal.....
Durante los siguientes años Miller protagoniza algunos de los mejores momentos de los Playoffs en toda la historia de la NBA, como el quinto partido de la final de la conferencia Este de 1994 en el que anota 25 puntos en el último cuarto para un total de 39, o como el primer partido de la serie ante los Knicks del año siguiente en el que Reggie anotó 8 puntos en 8 segundos para ganar el encuentro, ante la mirada atónita de su amado/odiado Spike Lee.........
Lamentablemente para los Pacers durante esos años casi nunca pudieron superar a los Knicks de Ewing, Mason , Starks, etc. y cuando lo consiguieron se encontraron con un rival insuperable para tantos otros equipos en los 90 como eran los Bulls.
Aún así Miller y sus Pacers tendrían una oportunidad de oro para conseguir el campeonato en la temporada 99/00. Despues de vencer a New York en la final de conferencia, se enfrentaron a los Lakers en la final, pero los casi 25 puntos por partido que promedió Miller en esas finales y la gran actuación del ex-fab five de Michigan Jalen Rose no fueron suficientes para doblegar a los Lakers de Shaq y Kobe.
Durante los siguientes años los Pacers fueron bajando el nivel, sobre todo con Isiah Thomas en el banquillo, y el protagonismo de Miller en el equipo fué decreciendo en virtud de hombres como Jermaine O´Neal, Ron Artest etc...
El 19 de Mayo de 2005 jugó su último partido, Indiana cayo frente a Detroit por 88-79 quedando eliminados de los Playoffs, pero Reggie Miller anotó 27 puntos con 4 de 8 en tiros de tres. Cuando a falta de unos segundos fue sustituido, el Conseco Fieldhouse entero le brindó una ovación espectacular, era la forma que tenían los aficionados de agradecerle 18 años de fidelidad a los Pacers. Atras quedaban 5 presencias en el allstar, dos oros con la selección USA ( Toronto 94 y JJOO Atlanta 96), multitud de selecciones para los mejores quintetos de cada temporada, más de 25.000 puntos anotados y varias distinciones más. Pero Miller no será recordado solamente por sus distinciones o números, sino que sera recordado por momentos inolvidables como sus partidos en el Madison, por cómo amenazó con extrangular a Spike Lee en pleno partido, por la pasión con la que jugaba, por su extraña pero mortal mecánica de tiro , por sus magistrales movimientos sin balón, por su tremendo instinto asesino en una cancha y por ser todo un caballero tanto en la victoria como en la derrota (despues de que España ganara a USA en el mundial de Indianapolis 2002, fue el único jugador de los americanos en felicitar y saludar al equipo español; incluso le pidió e intercambió la camiseta a Carlos Jiménez).
El año pasado se especuló con que podría volver a jugar en los Celtics para intentar ganar un anillo, pero ese retorno no llego a producirse, lo cual me alegra bastante, ya que decir Reggie Miller es decir Indiana Pacers. Despues de ver cómo algunos jugadores totalmente identificados con un equipo se van a jugar su último o últimos años de carrera a otro equipo ( vease Karl Malone), aún se agradece que exista gente como Miller, un jugador.....legendario.
 
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