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sábado, 21 de febrero de 2009

Sabías que..........?


Vamos con la segunda entrega de una sección que trata de descubrir algunas de las curiosidades de la mejor liga del mundo. Sabías que......?

-Durante una visita a Grecia un periodista local preguntó a Shaquille O´Neal si ya había visitado el Partenón, a lo que éste respondió que no recordaba los nombres de las discotecas en que había pasado la noche.

-Ya que hablamos de pivots legendarios, Hakeem Olajuwon (reconocido musulmán) se casó en los años 90 con una chica nigeriana de 18 años a la que ni siquiera conoció hasta la fecha del enlace.

-Y ya que hablamos de matrimonios, decir que la mujer más famosa de todos los jugadores NBA, Eva Longoria, ha dicho que su marido es un poco "teatrero" y que muchas veces se va al suelo sin que le hayan hecho falta.

-Al hablar de Eva Longoria no podemos olvidar que a otra "mujer desesperada", Teri Hatcher, se le ha atribuído hasta hace poco un romance con otro jugón, en este caso Baron Davis.

-Cambiando de tema, sabías que las hijas de Kobe Bryant tienen nombres español e italiano respectivamente? Pues si, una se llama Natalia Diamante y la otra Gianna Maria Onore.

-Y para finalizar esta entrega no podemos dejar de hablar del que fuera campeón de la NBA con los Chicago Bulls en 1997, Brian Williams, que posteriormente se cambió el nombre por el de Bison Dele y que desapareció en extrañas circunstancias en 2002. El ex-jugador estaba realizando un viaje en su barco por la Polinesia Francesa acompañado por su novia, el capitán de la embarcación y su propio hermano llamado Miles Dacord. De ese viaje sólo regresó Dacord, que aseguró que él se había separado de los demás días atrás. La embarcación apareció en un puerto de Tahití con el nombre cambiado y posteriormente Dacord fue detenido por intentar comprar joyas haciendose pasar por su hermano y utilizando su pasaporte. La hipotesis más probable que se barajó fue que Dacord los había asesinado y tirado al mar después de una discusión, pero lamentablemente nunca sabremos que ocurrió realmente ya que Miles Dacord se metió intencionadamente una sobredosis de insulina que le produjo un estado de coma y posteriormente la muerte en septiembre de 2002.


NOTA: Como todos sabeis Showtime está formado por dos personas, Ethan ( también conocido como Webster) y yo . Ethan se encarga de toda la parte técnica y de diseño para que yo sólo tenga que preocuparme de escribir sobre baloncesto, haciendo mi trabajo mucho más fácil. Pues bien, desde hace unos días Ethan se ha embarcado en una nueva aventura profesional, haciendo su sueño realidad, que le obligará a estar fuera durante bastantes meses (aunque de vez en cuando seguirá echándome una mano a distancia). Desde aquí sólo me queda desearle la mejor de las suertes y agradecerle todo lo que ha hecho por este blog, ya que sin él no existiría Showtime.
Nos vemos pronto Webster.

Iván en la radio.

sábado, 14 de febrero de 2009

Flashback.



Desde el primer minuto en que se supo que Portland Trail Blazers elegiría en la primera posición del draft de 2007, todas las miradas se dirigieron hacia dos jugadores: Kevin Durant y Greg Oden. Pero en la mente de aficionados, periodistas y dirigentes de la franquicia de Oregon planeaban fantasmas pasados, concretamente los de Sam Bowie y Michael Jordan.........
En el draft de 1984 Portland tenía la segunda elección, y tras elegir Houston Rockets a Akeem ( por aquel entonces sin H) Olajuwon, los Blazers, en la peor decisión tomada en el draft que se recuerda jamás, se decantaron por el endeble pivot Sam Bowie en detrimento del jóven y prometedor escolta de la universidad de North Carolina, Michael Jordan. Lo que ocurrio después es conocido por todos, mientras Sam Bowie cuajó una mediocre carrera lastrada por las lesiones, Jordan se convirtió en el mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos, llevando a los hasta entonces perdedores Bulls a ganar 6 campeonatos en 8 años durante la década de los 90.
Ahora , más de 20 años después, la franquicia donde Fernando Martin dió los primeros pasos de un español en la mejor liga del mundo, estaba en la misma situación y no quería equivocarse. Greg Oden había saltado a la fama en su época de instituto, mostrandose dominante en el poste y dejando entrever muy buenos fundamentos, además de poseer una potencia física impropia de un chaval de su edad, pero en el año de transición para llegar a la NBA que pasó en la universidad de Ohio State sufrió una lesión en su muñeca derecha que le limitó considerablemente. Aún así consiguió llevar a su equipo a la final four, donde poco pudieron hacer frente a una poderosísima Florida con jugadores como Joakim Noah, Al Horford y Corey Brewer.
Por otra parte, estaba Kevin Durant, un jugador con un arsenal de movimientos ofensivos realmente espectacular que recordaba a la mejor versión de Tracy McGrady y que despuntaba en la universidad de Texas, pero que tenía en su (escuálido) físico su talón de aquiles. La decisión era dura: un pivot que podía convertirse en el nuevo Shaq (salvando las distancias) o un escolta-alero al que muchos señalabamos como la superestrella del futuro.
El 28 de junio de 2007, en el Madison Square Garden, David Stern anunciaba que Portland elegía con el número 1 a Greg Oden, con lo que para alegria de los aficionados de los Sonics, Durant se iba a Seattle. Al poco tiempo se hizo pública la noticia de que los Blazers habían descubierto que Oden tenía una pierna un par de centimetros más larga que la otra, algo que podía pasarle factura en un futuro, con lo que la leyenda de que el bueno de Greg era un jugador de los llamados injury-prone (propenso a las lesiones) cobraba fuerza. Ese mismo verano, poco tiempo después, la franquicia de Oregon comunicó que se le había diagnosticado una microrotura en la rodilla izquierda ( la lesión que acabo con las carreras de Penny Hardaway y Allan Houston) que le obligaría a perderse toda su temporada rookie, mientras que los resignados fans de la rip-city veían a Durant entrar por la puerta grande en la liga y ganar el premio de rookie del año.
Este año, las expectativas en Portland por ver a Oden en un equipo jóven y lleno de talento eran enormes, pero unos pocos minutos después de dar el pistoletazo de salida a la campaña, se lesionaba en un pie frente a los Lakers y estaba un mes de baja. Tras su regreso, la integración en el equipo fué de menos a más y ahora después de pasar el ecuador de la temporada tan sólo promedia 9 puntos y 7 rebotes por partido, dejando muchas dudas sobre si se convertirá en el pivot dominante que prometía llegar a ser.
Mientras tanto, en las verdes praderas de Oklahoma City, Kevin Durant ha mejorado exponencialmente en su segunda temporada, dejando actuaciones para el recuerdo y llegando a entrar en las quinielas para el allstar, firmando unos promedios de 25 puntos y 7 rebotes por partido con sólo 20 años.
Tal vez sea demasiado pronto y debamos dejar un margen de tiempo mayor para ver como se desarrollan las carreras de ambos, pero a día de hoy, los aficionados que acuden a ver a su equipo al Rose Garden comienzan a tener una imagen en la cabeza como si de un flashback se tratase. Y esa imagen no es otra que la de Sam Bowie........

jueves, 12 de febrero de 2009

Ivan en la radio.

viernes, 6 de febrero de 2009

Kobe Bryant. Una cita con la Historia



Cuando en el draft de 1996 los Charlotte Hornets elegían en la posición número 13 a un jóven de Philadelphia llamado Kobe Bryant, poca gente era consciente del impacto que aquel chico tendría en un futuro cercano sobre la liga. Jerry West, por aquel entonces general manager de Lakers ya había hablado con Kobe y le había manifestado su interes para que jugase en la franquicia angelina, por lo que Bryant intentó persuadir desde el primer momento a los Hornets para que traspasasen sus derechos a la franquicia californiana. De tal modo, sólo 15 días después de la noche del draft, los Lakers enviaban a su pivot Vlade Divac al estado de North Carolina a cambio de Kobe en un traspaso que cambiaría el destino de la liga.
Allí se encontraría con el flamante fichaje de los Lakers en el mercado de agentes libres Shaquille O´Neal, formando una pareja que prometía dar mucho que hablar en un futuro cercano. Ya en la tercera temporada de ambos en California el dúo Bryant- O´Neal se había convertido en una de las mejores parejas de toda la NBA, mientras Shaq destrozaba todo lo que encontraba a su paso por la pintura, el prometedor escolta dejaba asombrados a propios y extraños mostrando unos fundamentos y unos recursos ofensivos prácticamente ilimitados. En pocos años los anillos llegaron pero la mala relación entre las dos estrellas de L.A. provocó la salida de Shaq tras la final perdida ante los Pistons en 2004. En ese momento todas las miradas se dirigieron a Bryant, sobre sus hombros recaía el peso de volver a hacer ganadora a una franquicia histórica. Las dos siguientes temporadas estuvieron plagadas de actuaciones memorables de Kobe ( incluyendo los famosos 81 puntos a Toronto) pero el equipo estaba lejos de la élite de la conferencia Oeste y eso era algo que el genio nacido en Philadelphia no podía soportar. Ese verano pasó más tiempo que nunca realizando los ajustes necesarios en su juego para ser más útil al equipo, estaba decidido a quitarse la etiqueta de jugador individualista que no hacía mejores a sus compañeros y con la ayuda de Tex Winters terminó por descifrar los pocos secretos que le quedaban por descubrir del sistema del triangulo ofensivo. El resultado no se hizo esperar y el juego de Kobe cobró una nueva dimensión, seguía siendo tan efectivo y espectacular como siempre pero era más maduro, más inteligente y leía el juego muchísimo mejor de lo que lo había hecho nunca.La temporada pasada tras la llegada de Gasol a L.A. Bryant lidero a los Lakers llevandoles hasta las finales, dejando claro que estaba preparado para ser un lider en el mejor sentido de la palabra, decidiendo cuando debe y delegando en sus compañeros cuando es necesario.
Ahora, ya no vale otra cosa que no sea el anillo y Bryant sigue inmerso en liderar a los suyos hasta la cima, (lugar que conoce bien aunque muchos parecen olvidar que tiene tres anillos) dejandonos momentos inolvidables en el trayecto. El último hasta el momento fué el partido del lunes ante los Knicks en el que metió 61 puntos en el Madison Square Garden dejando atrás el record de Bernard King, dando una exhibición de como se juega al baloncesto y haciendolo en el mejor escenario posible.
Hace no mucho tiempo Clyde Drexler dijo que Bryant era el jugador más infravalorado de la historia y no le faltaba razón, ya que muy pocos valoran el papel fundamental que tuvo en los Lakers campeones de 2000, 2001 y 2002 siendo el catalizador absoluto del juego de ataque de un grandísimo equipo, pero a día de hoy ya no puede haber dudas sobre quien es el mejor jugador del mundo. Aquel chico que pasó gran parte de su infancia entre Florencia y Milán y que fué objeto de las mofas de sus compañeros de instituto cuando regresó a E.E.U.U. porque hablaba con acento italiano y tenía dificultad para mantener un dialogo fluído en inglés tiene su sitio asegurado entre los más grandes jugadores de todos los tiempos, porque cada noche que juegan los Lakers, Kobe Bryant tiene una cita con la historia.

Ivan en la radio.

 
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