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miércoles, 29 de abril de 2009

La guerra continúa.


Hace poco más de una semana, desde esta ventana al mundo que es Showtime, yo mismo decía que si los Bulls salían en estampida podrían llevarse por delante a cualquiera. Ahora, despues de cinco encuentros disputados y con el equipo de Illinois 3-2 por detrás en la eliminatoria, el mundo entero del baloncesto se rinde al juego y al coraje que están mostrando los jóvenes toros. Después de dar la campanada en el partido inaugural de la serie (con un magnífico Derrick Rose) , Chicago perdía el segundo encuentro disputado en Boston por tan sólo 3 puntos y sufriendo un arbitraje cuanto menos, sospechoso. En el tercer choque, primero en el United Center, se notó la falta de experiencia de la mayoría de los jóvenes jugadores que constituyen el núcleo del equipo y la presión terminó pasando factura; el resultado fue una paliza de los Celtics. A pesar del varapalo, el equipo no se dio por vencido y, en un histórico cuarto encuentro, salió victorioso tras dos prórrogas; de nuevo empate en la eliminatoria y todo por decidir. Finalmente, ayer en un nuevo partidazo ( y ya van muchos en esta serie) derrota en el Garden con otro final de infarto, con agresión de Rondo a Brad Miller incluída y con Garnett montando su patético show de nuevo.
Después de eso, mañana toca ganar en Chicago para luego tratar de dar la sorpresa en un hipotético séptimo partido en Boston, alargando la temporada un poco más. Pero pase lo que pase, poco se podrá achacar a un equipo que hace unos meses parecía desahuciado y que se ha transformado en ganador a una velocidad de vértigo. En poco más de 24 horas, sexto partido; aún hay posibilidades de cerrarle la bocaza a Kevin Garnett.........

lunes, 27 de abril de 2009

sábado, 18 de abril de 2009

Estampida.



Poco antes del parón del allstar, el propietario de los Bulls de Chicago, Jerry Reinsdorf, declaraba que la temporada estaba siendo decepcionante. Reinsdorf se sumaba así, al pensamiento generalizado de los muchísimos fans de la franquicia de Illinois, que sólo encontrábamos motivos para la esperanza en el prometedor inicio de campaña del rookie Derrick Rose.
Pero justo cuando parecía que la temporada se iba al garete de la misma forma que el año pasado, el general manager, John Paxon, enviaba a Andrés Nocioni y Drew Gooden a Sacramento a cambio de John Salmons y un viejo conocido de la franquicia como Brad Miller. Además, se deshizo del contrato de Larry Hughes a cambio de Tim Thomas y Jerome James.
Desde ese momento todo dio un giro de 180 grados; un sorprendente Salmons, que había pasado prácticamente desapercibido durante toda su carrera, dejó boquiabiertos a todos con grandes actuaciones en sus primeros partidos en la Windy City, demostrando ser un anotador fiable que podía ayudar al equipo mucho más de lo que nadie se hubiera imaginado. Las victorias comenzaron a llegar de forma mucho más regular, y con ellas, la confianza de los jugadores, especialmente la de los más jóvenes, crecía exponencialmente. Joakim Noah y Tyrus Thomas, que en su todavía corta carrera en la NBA no habían demostrado ni la mitad de lo que apuntaban en su etapa universitaria, empezaron a ser consistentes noche tras noche y se afianzaron como una pareja interior de garantías. A eso había que sumar la aportación sensacional de un Kirk Hinrich reconvertido a sexto hombre, la veteranía de Brad Miller o la siempre explosiva y caliente muñeca de Ben Gordon, sin olvidar el espectacular juego de un Derrick Rose llamado a guiar a la franquicia hacia la élite de la liga en los próximos años.
Como resultado visible de esa mejoría, los Bulls se han metido en playoffs de forma holgada, algo que en enero parecía una quimera, incluso han peleado por la sexta posición de la conferencia hasta el último día.
Ahora, independientemente de lo que pueda acontecer en las series por el título, en las que se enfrentarán a Boston Celtics en primera ronda, podremos decir que la temporada en Chicago ha sido un éxito (con el mérito añadido de haber jugado casi todo el año sin Luol Deng, el jugador franquicia de los Bulls y por el que se ha apostado fuerte el verano pasado con su renovación) y que las bases para el futuro están bien asentadas. Pero antes de mirar a largo plazo, toca disfrutar de los playoffs, en los que Chicago no parte como favorito, ni mucho menos, pero como quedó claro en las eliminatorias de 2007, en que se ganó a todo un campeón como Miami Heat, cuando los Bulls salen en estampida más vale que no te pillen cerca.....
 
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