Andrea Bargnani. El renacer de "il mago".

Cuando Bryan Colangelo decidió apostar por el italiano Andrea Bargnani en el draft del 2006, mucha gente pensó que el riesgo era demasiado grande y que no merecía la pena apostar por un chico que había destacado en la LEGA, pero que parecía no estar demasiado hecho para la NBA. A mi en su momento me pareció una buena elección, es verdad que había jugadores más hechos y con un físico más apropiado para rendir desde el primer partido, pero el jóven romano tenía muchísimo talento y una capacidad de mejora muy superior a algunos de sus compañeros de promoción. Al finalizar la temporada 06/07 las primeras voces críticas comenzaron a decir que el número 1 del draft había sido un fiasco, pero despues de la pasada temporada pocos eramos los que seguiamos confiando en Bargnani. La explosión de jugadores como Lamarcus Aldridge, Rudy Gay, Rajon Rondo y sobre todo Brandon Roy, a los que Colangelo había dejado escapar la noche del draft, dejaba en muy mal lugar al "il mago", que sufría en sus carnes el tener que jugar en una posición que no era la suya, así como tener que defender a jugadores mucho más fuertes e incluso más rápidos que él.
Este verano con el traspaso de T.J. Ford a Indiana a cambio de Jermaine O´Neal, parecía que la pogresión del italiano terminaría por estancarse definitivamente al perder protagonismo en el equipo, pero las lesiones casi crónicas de O´Neal y sobre todo el cambio de entrenador han hecho resurgir la figura de "il mago". Desde que Jay Triano está al frente del equipo la mejora en el rendimiento de Bargnani está creciendo exponencialmente partido a partido, mostrandose mucho más agresivo de cara al aro pero sin perder la prodigiosa muñeca que había mostrado anteriormente. En la franquicia siguen manteniendo intactas sus esperanzas en el jugador, hasta el punto de que Colangelo ha declarado la semana pasada que es el único jugador no traspasable junto a Calderon y Bosh, poniendo en el mercado a Jermaine O´Neal.
Lo que parece más difícil ahora es recuperar la confianza por parte de los aficionados, ilusionados con la repentina mejoría del italiano, pero que siguen sin poder quitarse de la cabeza al número siete de Portland........