José Manuel Calderón. Trabajando en la sombra

En estos días en que todo el mundo habla de la elección de Ricky Rubio en el draft, del traspaso de Sergio Rodriguez a los Kings o de las apariciones televisivas de nuestro campeón, Pau Gasol, en los late nights americanos, a mí me apetece más hablar de otro jugador. Un jugador que tras renunciar al europeo de Polonia para recuperarse de sus diversas lesiones ha quedado en un segundo plano mediático durante este periodo estival. Me apetece hablar de José Manuel Calderón.
Como todos sabéis, el base de los Raptors es una de mis debilidades personales. Desde sus primeros pasos en el baloncesto profesional, siempre pensé que se trataba de un jugador especial y cuando tuve la ocasión de verle jugar en directo me impresionó profundamente. Esta pasada temporada ha jugado el mejor baloncesto de su carrera; aún estando muy mermado físicamente por la maldita rotura fibrilar que se produjo en las semifinales de los Juegos Oímpicos, ha dado la cara enfrentadose a los mejores bases de la NBA noche tras noche. Pero si hay algo de lo que estoy completamente seguro, es que la próxima temporada será mucho mejor para Calderón a nivel personal, al igual que mucho más productiva para los Raptors a nivel colectivo. Después de todo un verano de descanso y por fin al 100% de sus posibilidades el juego de Calde debe crecer exponencialmente, cecimiento que debe llevarle a él a estar presente de nuevo en todas la quinielas para jugar el allstar y a la franquicia canadiense a luchar por las plazas de playoffs. La renovación de Jay Triano, reconociendo su buen trabajo en la recta final de la pasada campaña, la explosividad que pueda aportar el rookie DeMar DeRozan, la progresión constante aunque un poco lenta de Bargnani y la calidad de Chris Bosh, en su último año de contrato, unidas a la magistral dirección de juego del de Villanueva de la Serena deben ser motivos suficientes para creeren los Raptors.
Este verano, mientras otros son el centro de atención, José Calderón seguirá trabajando por recuperarse y por ser mejor jugador aún; lejos de todos los focos, allí estará él, trabajando en la sombra.