14 de Junio de 1998

La semana pasada se cumplian 10 años desde aquel 14 de junio del 1998 en el que los Chicago Bulls ganaban su sexto y hasta el momento último anillo, con los que probablemente sean los ultimos 40 segundos más gloriosos de la historia de la NBA. Cuando John Stockton anoto el triple que puso el 86-83 a favor de Utah en el marcador todas las miradas se dirigieron al mismo hombre, Michael Jordan, que en ese momento ya llevaba 41 puntos.
Lo que ocurriría a continuación entraría a formar parte de la leyenda del más grande, Pippen ponía el balón en juego, y Jordan se escapaba de su defensor y anotaba con una elegante penetración. 86-85 y balón para Utah, que confia su última bola en el poste bajo a su mejor hombre Karl Malone defendido a su vez por Dennis Rodman, pero en ese momento surge la figura del número 23 acudiendo a la ayuda a la velocidad de la luz y de un manotazo por detrás roba el balón.
En ese momento con los Bulls un punto abajo y con Jordan subiendo el balón a la canasta de Utah, lo más impresionante es ver como la gente se pone en pie y tienen una expresión de terror en la mirada, todo el mundo había visto esa pelicula en infinidad de ocasiones y sabían perfectamente como acababa, con el número 23 encendiendose un puro. Los segundos se consumian y de repente Jordan arranca, con un dribbling imposible deja sentado en el suelo a Bryon Russell y se levanta en una mágica suspensión que termina besando la red. 87-86, los Bulls son campeones por sexta vez en 8 años y Jordan es elegido el MVP de las finales, tambien por sexta vez.

Ahora 10 años más tarde, mucha gente se va olvidando de estas cosas y tal vez por eso muchos hablan de LeBron y Kobe como herederos de Jordan o alguno incluso se atreve a ponerles a su nivel, pero sólo tenemos que tirar de videoteca y rememorar por unos instantes como era Él, el más grande que ha habido y que jamás habrá ,para darse cuenta de que estas estrellas de hoy en dia sólo podrán comparase a Jordan en sus sueños.